La gestión de cargas eléctricas permite controlar cuándo y cómo se utilizan los dispositivos en el hogar, evitando picos de consumo que pueden aumentar la factura eléctrica y sobrecargar la instalación.
Con sistemas de gestión adecuados, es posible programar electrodomésticos, distribuir el consumo y priorizar cargas esenciales, logrando un uso más eficiente de la energía. Esta práctica no solo ahorra dinero, sino que también prolonga la vida útil de los equipos y contribuye a un hogar más seguro y sostenible.